Bolivia, Oruro; 3pm de la tarde, estación del ferrocarril ... Buenas tardes, ¿billete (pasaje) para Villazón por favor? ... una mujer con cara de pocos amigos y mirándome fijamente me contestó: no tengo; por que el tren partió a las dos de tarde y el próximo sale pasado mañana viernes a las dos de la tarde ... así que no me quedaba otra, que esperar el viernes para comprar el billete (pasaje); caminé por el pueblo buscando un hospedaje (hostal), después de veinte minutos me topé con uno, que mas parecía una quinta (callejón) de los barracones del Callao ...toque la puerta que carecía de chapa; y con la fuerza de los golpes con los nudillos de la mano, la puerta se abrió rápidamente ... que sorpresa la mía, un hombre de unos cincuenta años se colocaba un pañal ... no saben la vergüenza que sentí, mas me invadía un sentimiento de pena ... le saludé y le dije perdón, no me dí cuenta de la puerta que estaba abierta. Este hombre gordo de estatura baja y con los pantalones abajo me dijo descuida no pasa nada ... tengo una fuerte inflamación en la próstata y no siento cuando bajan los orines así que tengo que usar pañales por ahora ... le comenté que yo conocía una planta que se llama penca sábila ... el hombre me miró como diciendo bueno y que esperas ... le dije que le conseguiría ... al día siguiente me lavante muy temprano (cinco de la mañana) y me dirigí a una feria campesina ... compré dos plantas y cuando llegué al hospedaje le dije: una vamos a cultivarla (sembrarla) y con la otra vamos a tratar de desimflamar su próstata ... nos dirigimos a su jardín que el tenía al fondo de la casa preparé la tierra y sembré la sábila (esta planta la traían del Perú a las ferias) tenía mucha pulpa en cambio la de Bolivia era una penca seca.
Comencé desde el siguiente día a darle la sábila a este buén hombre ... jueves, viernes, sábado domingo, lunes ... perdí el tren ... y saben cuantos días me quedé: once; pero con la emoción de mi parte y la alegría de el; y sintiendo que la penca le hacía bien; estaba feliz ... no me importó nada, solo la alegría que irradiaba su rostro ( No saben lo que siento, cuando veo a una persona sonreir y con ganas de seguir viviendo por causa de una buena acción "samaritana" ); este amigo dejó de usar pañal ... entonces yo pude continuar mi viaje hacia Villazón llegué a las seis de la mañana del día siguiente después de una larga travesía en tren ... llegue hasta la Quiaca que es la frontera de Bolivia con Argentina ... crucé al lado Argentino y tomé mi Autocar (bus), para dirigirme a Buenos Aires ... Tenía que encontrarme con mi hijo Gino de trece años a quién no veía desde cumplió ocho y se fué a vivir a Barcelona España con su madre.
Que emoción nos encontrábamos en el terminal de la Noria, a una hora del terminal de Retiro en Buenos Aires ... bueno por fin llegamos a Retiro ... me dispongo a tomar el Remis (taxi) ... tenía que ir hasta capital federal por Parque Patricios, pasando la avenida Corrientes ... llegué, que dicha la mía viajar desde Lima Perú para ver a mi hijo ... toque la puerta eran como las siete de la tarde ... salioooooo mi hijo ... Ginoooo; joder que grande que sois (eres), nos saludamos y abrazamos no podía creerlo ... al siguiente día salimos a caminar, a jugar en la sala de juegos del Carrefour, a viajar en el subte (metro), al tenedor libre y cuando estábamos regresando comenzó una lluvia con truenos y relámpagos; que nos sorprendió sin paraguas (era agosto y la tormenta de Santa Rosa nos dio la bienvenida) y pasé quince inolvidables días.
Ahora mi hijo Gino tiene veinte Años y esta de vacaciones en Londres ... ahora estoy maquinando, flipando (alucinando), pensando ¿como cruzar el charco? y llegar a Londres.
atte. SirWilliams
Cronicas de una Larga Vida
martes, 18 de junio de 2013
lunes, 23 de enero de 2012
"Testimonio de un vuelo a nueve mil pies de altura"
Eran como las siete de la noche de un día caluroso de los últimos del verano del año 2010, me encontraba abrochándome el cinturón en un boeing 767 de Lan Perú, regresaba a España después de veinticinco días de vacaciones en el Perú, el avión comenzaba a tomar velocidad para su despegue (350 km/h); o sea la velocidad de un coche de formula uno, claro que ya en el aire alcanza una velocidad de 936 km/h y una altura de nueve mil pies; mas conocida como velocidad de crucero... La luna estaba preciosa y alumbraba perfectamente, entonces recostado sobre la ventanilla del avión mirando hacia abajo, pensaba: que alto que voy, estoy más cerca de Dios y también de las estrellas; saben que no tengo el más mínimo miedo y si el avión caería, solo esperaría estrellarme con la gravedad de la tierra, total ¿quién soy yo? ... nadie, simplemente un mortal más viviendo una experiencia terrenal, no pertenezco a este lugar por eso no me aferro a el; trato de vivir para sonreír, consolar, y dar esperanza a las personas, comparto lo que tengo con el que está mas cerca y lo sé sin miedo a equivocarme que esto es como sembrar en la vida ... creo que le encontré el hilo a la vida; ahora pregunto ¿por que las guerras?, ¿ por que la codicia?, total en su ataúd, que yo sepa, no va a entrar sus casas, sus coches, sus joyas ... entiendan la vida es corta y virtual las cosas no existen por que no las llevas ... Atentamente: Sir William
jueves, 8 de diciembre de 2011
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